jueves, 13 de mayo de 2010

¡Deja ya de iphonear!

iphonear
(de i- y -phonear)


1. tr. Instalar las “cincuenta aplicaciones imprescindibles”, sorprenderse de la evolución tecnológica y compartirlo con las personas cercanas.
2. tr. Instalar otras cincuenta aplicaciones (guiándose por su nombres sugerentes o sus bonitos iconos) para pasarles revista.
3. tr. Pasar revista a los programas instalados en el teléfono deslizando suavemente el dedo índice por la pantalla. Hágase una docena de veces al día. U. t. c. prnl. Apartarse del trato con los demás mientras tanto.
4. tr. Coleccionar aplicaciones de chat y mensajería. No estar nunca online.
5. intr. Dicho de una persona: Mudar la manera de preguntar “¿a qué hora es el cumpleaños?” por “¿a qué hora es el evento?”. Te estás iphoneando.
6. intr. Establecer una comunicación telefónica.

miércoles, 5 de mayo de 2010

Lucid Lynx


Debe de existir alguna ley psicológica que explique por qué tantos bloggers hablan de software y tecnología. Me apunto, aunque no soy el más indicado para dar consejos ni hacer análisis al respecto.

Hace un par de días actualicé mi versión de Ubuntu a la 10.04, cuyo nombre clave es Lucid Lynx. Ubuntu es un sistema operativo libre basado en Linux. No voy a contar nada sobre el software libre, del que hay información de sobra en internet, ni sobre las aportaciones de esta nueva versión. Sólo quería dar mi enhorabuena a los desarrolladores de Ubuntu por su trabajo, del que además miles de personas se benefician sin tener que desembolsar ni un euro.

En términos marketinianos, en los que estoy profundizando últimamente, las características de Ubuntu, las ventajas para los usuarios y los beneficios (en este caso, para mí) son sobresalientes.

Yo "solamente" le pido a un sistema operativo que haga lo que le digo, cuando yo se lo digo; que tenga los programas que utilizo habitualmente, sin necesidad de piratearlos o descargarlos de páginas en las que jamás entraría; que lo pueda configurar a mi gusto; que se entienda con cualquier otra máquina y sepa leer los archivos que me interesan de otros sistemas; que se encienda y se apague en pocos segundos; y, ya puestos, que sea gratis. Microsoft no me lo daba. Ubuntu sí. Además, tengo otras muchas más opciones, que a medida que voy profundizando en el uso de Linux, me facilitan la tarea (discos virtuales para no llevar pendrive; acceso remoto a tu escritorio; clientes para acceder a todos los servicios de redes sociales o mensajería en un solo programa...).

Lo dicho: mis felicitaciones a los desarrolladores de Ubuntu. Buen trabajo.

sábado, 1 de mayo de 2010

Se acabaron las presentaciones

Me lo advirtieron. Puedes dejar la profesión (ya no vas a la redacción del periódico, ni estás pendiente de la actualidad, ni te llaman para contarte chismes, ni escribes a diario, ni bebes a diario...) pero la profesión no te deja a ti. La puse entre paréntesis, como otras muchas frases lapidarias, pero estoy descubriendo que esta es cierta.

Demasiado tiempo abusando de la droga: retorciendo titulares para que lo que has escrito se parezca algo a lo que te han pedido de arriba; escuchando a comentaristas virtuosísimos que tú sabes cómo las gastan; creyendo lo que te cuentan, descubriendo que es falso y haciendo al día siguiente el duro ejercicio de intentar creer lo que te cuentan; intentando no pensar que lo que escribes se "queda entre nosotros"; comprobando que el interés informativo de las historias se mide en euros; que las portadas se confeccionan en las alcobas; que no puedes contar lo que ves... Y, por supuesto, abusando de una forma particular de mirar y de entender. Una droga muy pura. Imposible desintoxicarse.